jueves, 22 de noviembre de 2012

IL MORTO CHI PARLA

Walter Ernesto Celina
walter.celina@adinet.com.uy - walter.celina@hotmail.com
09.10.2012

Nada más apartado del mundo de los sueños y sus interpretaciones. Sin conexión alguna con la numerología o los juegos de azar. Ninguna vecindad con el antiguo y reidero film de Antonio de Curtis, Totó, el formidable artista de la escena italiana. El camino de mi relato es muy otro.
En el caso a tratar, más que del simbolismo reconocido a la frase de cabecera, ¡habría que hablar de “el muerto que canta”!
Está en prensa una historia gardeliana.

El Licenciado Eduardo Cuitiño, de la Universidad ORT de Uruguay, en una minuciosa investigación expondrá a la consideración pública sus conclusiones acerca de la vida de Carlos Gardel. Para ello se ha basado en la información existente, agregando el resultado de estudios originales. Esta vez, con el instrumento de la matemática integrada a la historia.
En la antesala del evento, en setiembre último, presentó en el auditorio universitario un resumen del trabajo en el cual, a partir de las dos hipótesis sobre la nacionalidad original de Carlos Gardel, derivó nuevas e importantes conclusiones.
        Medidas antropométricas que constan en expedientes oficiales, fotografías personales y de edificios escolares fehacientes, declaraciones fidedignas de actores históricos, caracteres físicos y de personalidad vistos desde la óptica biológica, cotejos fisonómicos de familiares presuntos o auténticos, confrontaciones grafológicas de documentos y evidencias recientes -muchas de ellas obtenidas por la estudiosa gardeliana Martina Iñiguez- y otras más, caen bajo la apreciación del Lic. Cuitiño.
Puede sostenerse ya que la asociación coherente de los datos que está ofreciendo conlleva al estallido de la hipótesis francesista, apartando a Charles Romuald Gardes     -hijo natural de Berthe Gardes- de su otro hijo de adopción, nuestro Carlos Gardel.
Esbozaré algunas verificaciones y contradicciones flagrantes que ventila el analista.

AUSENCIA DE CONCORDANCIAS
En una primera mirada, el niño Charles Romuald Gardes nació de madre soltera el 11 de diciembre de 1890, en un hospital francés La parturienta permaneció internada 25 días ante el abandono de que fue objeto por su familia. El supuesto progenitor, de nombre Pierre Laserre, no reconoció al niño. Berthe Gardes, tras la muerte de Carlos Gardel, en un reportaje con fotografía, exhibe sobre una mesa de luz el retrato del hombre que la agraviara. ¿Sería este el padre de quién? ¿Acaso de Carlos Gardel, nuestro cantante? Tal vez, no. ¿De Charles Romuald? Quizás…
Cursando su adolescencia, en setiembre de 1904, el joven es detenido por vagancia. Declaró haber llegado a Buenos Aires en 1891, pero los registros de embarque dan su ingreso en 1893. En la comisaría tuvo dificultad para calcular su edad y deletrear su apellido. ¿Quién era este muchacho cuyos datos no se compadecen con el de un pupilo enclaustrado, alumno 10 en todas las materias? El registro da un detalle importante de la persona, como se verá más adelante: medía de altura 1,60 mt.

LAS SEÑALES BIOLÓGICAS
Si Paul Laserre fue el padre de Carlos Gardel ¿cómo pueden explicarse ciertos rasgos biológicos del cantante? Para esta cuestión el indagador endereza una batería de preguntas que sólo la ciencia médica puede desentrañar, ya que por el azar no se explica nada.
Las respuestas inclinan el platillo de la balanza a favor de la nacionalidad uruguaya del gran artista. Todo esto habrá que verlo en el libro con sus particularidades.
Entro, apenas, en interrogantes que internan en el asunto: ¿Por qué parecía no envejecer? ¿Por qué tenía una voz tan diferenciada? ¿Por qué carecía de barba y vello corporal? ¿Por qué  Isabel del Valle -la novia de siempre- aseveró que su carácter parecía “el de un  niño”? ¿Por qué carecía de los terceros molares, los “del juicio”? ¿Qué pudo determinar que no se casara, ni tuviera hijos? ¿Qué factor empujaba a acelerar su peso?
Este es un perfil inédito de las investigaciones sobre El Zorzal Criollo.

LA TALLA
Por las huellas digitales el detenido de 1904 era Carlos Gardel, no el francés. Midió 1,60. En 1924, al tramitar la Libreta de Enrolamiento, su altura -sin zapatos- era de 1,64.
Se reputa como un absurdo biológico y estadístico que el individuo crezca sólo 4 centímetros entre los 14 y 20 años. El error surge del equívoco de dar por sentado que Carlos Gardel nació en diciembre de 1890. Y, si no nació en 1890, la famosa partida de nacimiento de Francia, no le corresponde. Es de otro sujeto.
Según Berthe Gardes, Carlitos desaparece de su casa cuando tiene 14 años. Un  día lo ve sobre un carro con un traje de hombre. Las mangas del saco se las habían dado vuelta hasta el codo. Dice que era menudito.
Una comparación que relaciona medidas de brazos y antebrazos por edades lleva a la conclusión que el traje del que hablara la Sra. Gardes tendría que haber sido el de un gigante. Sí, de un individuo cuya altura superaría los 2,26 metros…!
Asimismo y contradiciendo a la señora, una fotografía de casa  El Indio, de Av. 18 de Julio, en Montevideo, tomada en 1905, nuestra un Carlitos juvenil, de excelente aspecto, con traje y sombrero, mayor a quien hubiere nacido en 1890 y, nada diminuto.

COTEJO DE FOTOS DIVERSAS
Si a la Sra. Martina Iñiguez le correspondió hace unos años el mérito de descubrir alteraciones de fotografías, ahora Eduardo Cuitiño recuerda que el investigador español Marcelo Martinez reveló que Berthe Gardes trucó fotos de Paul Laserre y Paul Gardes, en un juego para tomar la herencia de su hijo adoptivo Carlos Gardel.
Se remarca que fue en la Escuela Pública Nº 27, de Montevideo, (emplazada entonces en Durazno y Médanos), en que fue captada la toma del niño Carlos Gardel, formando parte del colectivo de educandos. Resonante hallazgo de la investigadora correntina.
Otro capítulo está dedicado a mostrar las semejanzas entre Gardel y su familia uruguaya. Los cortes establecen las concomitancias faciales con su madre, María Lelia Oliva; con su tío, Clelio Oliva; con Juan Bautista Oliva, su abuelo; con Carlos Segundo Escayola Oliva, su hermano.

TESTAMENTO FALSO
Una revelación impactante tiene que ver con la falsedad del testamento hológrafo (el de puño y letra) atribuido a Carlos Gardel.
Se dio judicialmente por bueno, pero ello no lo santifica históricamente.
El investigador considera que su caligrafía es muy diferente a la de Gardel. Se trataría de un esmerado collage. Advierte similitudes letra a letra, pero se pierde la cohesión en las palabras de trazo largo.
En estimación del autor, la maniobra habría permitido cobrar en un año 800 mil dólares, equivalentes a 6 millones de dólares actuales.

“GARDEL, IL MORTO CHI PARLA”
El Licenciado Eduardo Cuitiño se ha integrado con fuerza al círculo gardeliano. Es profesor universitario en matemática y estadística.
“Gardel, il morto chi parla” es el título de la obra, de inminente lanzamiento. Profundiza en aspectos de la vida de El Mago que han sido objeto de dos hipótesis encontradas: la que lo revela nacido en  Uruguay y la que lo niega, considerándolo francés.
“Hay cosas que los historiadores no pueden ver pero que, sin embargo, las matemáticas sí pueden llegar a analizar”, sostiene el catedrático. Aunque para los menos avisados pueda sonar extraño “este no es un punto difuso en la tesis del origen uruguayo de Gardel” ha remarcado.- 

1 comentario:

Anónimo dijo...

MORTO CHE PARLA (NON CHI ...)